Fundación COPEC-UC pone a disposición las novedades que surgen en torno a la institución.

Desarrollan tecnología en base a extractos de células de alerce que reduce las arrugas en 30 días

Felipe Aquea, Director científico de Rubisco, desarrolló una novedosa tecnología luego de resultar ganador del Concurso de I+D que convoca Fundación Copec-UC. Esto le permitió acceder a financiamiento y obtener asesorías especializadas en temas de propiedad intelectual, modelo de negocios, aspectos regulatorios y gestión comercial.

La vida de Felipe Aquea, biólogo de la Universidad Católica, tuvo un giro luego de realizar un viaje a Estados Unidos. En esa oportunidad, conoció a su socio Andrés Volker  con quien compartió el objetivo de estudiar una solución que les permitiera producir vegetales de manera sustentable con el medio ambiente.

Esa experiencia los hizo reflexionar respecto al potencial de desarrollo, escalabilidad y mayor sustentabilidad que tienen los cultivos celulares. Con esta premisa sobre la mesa, se embarcan en un  proyecto que da vida a Rubisco, empresa biotecnológica encargada de desarrollar innovaciones a partir de cultivos celulares de especies vegetales nativas de Chile.

Convencidos postulan al Concurso de I+D que convoca Fundación Copec-UC, con un proyecto que consistía en el desarrollo de un método para cultivar células madres de árboles longevos a escala industrial, para su uso en la industria cosmética y/o farmacéutica. Resultan ser los ganadores y eso les permitió acceder a financiamiento y obtener asesorías especializadas en temas de propiedad intelectual, modelo de negocios, aspectos regulatorios y gestión comercial.

Inician el proceso de investigación y desarrollo y luego de sortear distintas etapas deciden poner a prueba su tecnología en una de las plantas más difíciles de cultivar: el alerce, árbol de lento crecimiento que puede vivir hasta 3.600 años.

Conscientes del cuidado medioambiental, Felipe Aquea comenta que todo el proceso de extracción del alerce, se realiza en óptimas condiciones, con el objetivo de  no afectar esta especie nativa, la segunda más longeva del mundo.

“Con nuestra tecnología reemplazamos a las plantas como materia prima para la producción de ingredientes naturales. Además, reducimos en un 99% el uso de agua tan necesario en estos tiempos, no degradamos suelos agrícolas y se puede lograr una extracción ilimitada en cualquier época del año. Por otra parte, no utilizamos pesticidas y garantizamos una producción estable ya que nuestra materia prima es cultivada en condiciones controladas”, indica Aquea.

Desarrollan su primer producto: Australcell, una tecnología anti-envejecimiento en base a extractos de alerce que consiste en inducir el cultivo celular de esta planta,  el que se multiplica en el laboratorio y del que posteriormente se obtiene un extracto con propiedades benéficas.

La tecnología ha sido validada con estudios clínicos realizados en el extranjero, que demuestran la seguridad y eficacia del producto, además con resultados sorprendentes: “contamos con la validación clínica de un ingrediente activo que reduce notoriamente la superficie de arrugas en un 300% después de 30 días de uso”, afirma Felipe Aquea, Director científico de Rubisco.

La eficacia del extracto desarrollado, radica en los ingredientes activos con propiedades regenerativas que tiene esta especie. Pero además, en que la tecnología creada permite obtener ingredientes estandarizados con altos rendimientos y en plazos competitivos para la industria a partir de cualquier especie vegetal

“Toda la experiencia adquirida durante la investigación respecto a cómo cultivar células de alerce nos ha permitido mejorar nuestra tecnología y acortar los tiempos de desarrollo para nuevos productos”, afirma Felipe Aquea, Director científico de Rubisco.

El investigador comenta que Australcell se encuentra en etapa de escalamiento. “Se acaba de sumar al equipo José Pablo García como CEO, estamos cerrando acuerdos con distribuidores internacionales, y nos encontramos levantando capital para seguir desarrollando I+D sobre Australcell,  y todo el portafolio de especies que estamos construyendo”.

El sueño de Felipe Aquea es que la producción de ingredientes cosméticos, nutracéuticos y commodities sea mediante la tecnología de cultivos celulares: “así ayudaremos fuertemente al equilibrio del planeta y a la vez lograremos tener una economía mucho más estable y sustentable”, finaliza.