Fundación COPEC-UC pone a disposición las novedades que surgen en torno a la institución.

Proyecto de innovación científico chileno que previene enfermedades neurodegenerativas es licenciado a la industria

La Fundación Copec – UC y la Universidad de Valparaíso firmaron una licencia con la empresa BIOAGRO SpA que permitirá poner en práctica un plan de trabajo con el objetivo de llegar al mercado.

Existen numerosos estudios a nivel mundial que dan cuenta de los avances en materia de investigación y desarrollo que se realizan en torno a las enfermedades neurodegenerativas. Chile no se queda atrás.

Desde hace años la Universidad de Valparaíso (UV) con el apoyo económico e integral de la Fundación Copec-UC y la colaboración de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), la Universidad de Santiago de Chile (USACH) y la empresa BIOAGRO SpA (BA), vienen trabajando en un proyecto multidisciplinario, dirigido por la investigadora Dra. Elisa Zúñiga (UMCE), que junto con el académico Dr. Pablo Muñoz (UV) y el gerente de desarrollo Ph.D. Osvaldo Rubilar (BA), lograron desarrollar una innovación que permite prevenir enfermedades neurodegenerativas.

Las enfermedades neurodegenerativas se producen por la oxidación de las células cerebrales. Para evitar esto, se debe intentar hacer llegar antioxidantes al cerebro; pero debido a su degradación en el aparato digestivo o por su polaridad no alcanzan a llegar a destino.

Considerando ese escenario, el equipo liderado por la Dra. Elisa Zúñiga desarrolló una solución que consiste en nanocontenedores de compuestos antioxidantes en forma de nanofibras que, debido a sus dimensiones moleculares específicas y polaridad, logran traspasar la barrera hematoencefálica del cerebro hasta llegar a este órgano y liberar sus compuestos de manera controlada, para que sean efectivos en su capacidad antioxidante, permitiendo proteger al cerebro de una eventual oxidación.

La emulsión aumenta significativamente su eficiencia respecto de los productos actualmente disponibles y podría prevenir patologías neurodegenerativas, como Alzheimer, Parkinson, Huntington, Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y otras enfermedades relacionadas con el envejecimiento o asociadas a un estrés oxidativo.

“El observar el aumento de la prevalencia de enfermedades neurodegenerativas, asociada a la mayor expectativa de vida y una alimentación deficitaria, producto de la vida moderna, me llevó a concluir que era necesario encontrar alguna forma de hacer llegar hasta el cerebro compuestos bioactivos que lo protegieran. Es así como se desarrolló estas nanofibras producidas a partir de un polisacárido obtenido de subproductos de la pesca, que gracias a una modificación química se autoensamblan con ciertos antioxidantes de reconocida capacidad neuroprotectora, presentes en frutas y verduras, haciendo posible que éstos lleguen al cerebro y se liberen controladamente en presencia de estímulos asociados a neurodegeneración, extendiendo su protección. Además, no requiere de otros químicos para la síntesis, no genera contaminantes, ni compuestos tóxicos que pudieran crear algún efecto secundario”, explica la Dra. Elisa Zúñiga, directora del proyecto de investigación.

Con respecto a la proyección de la tecnología, el investigador de la Universidad de Valparaíso, doctor Pablo Muñoz indica que “esta nanofibra abrirá una ventana para futuras intervenciones terapéuticas que cambien el curso y la progresión de las distintas enfermedades cerebrales que involucran un aumento de la neuroinflamación y del estrés oxidativo”.

En relación a las características particulares de estas nanofibras contenedoras de antioxidantes, el investigador y gerente de BIOAGRO SpA, doctor Osvaldo Rubilar indica que “lo innovador de este tecnología es que no consiste en antioxidantes encapsulados con una matriz orgánica, sino en verdaderas nanofibras que transportan los componentes, atravesando la barrera hematoencefálica del cerebro con más eficiencia que la de los antioxidantes por sí solos. Además, estas nanofibras han sido diseñadas con moléculas completamente inocuas para el ser humano, las que tienen el potencial de beneficiar no solo al cerebro sino a otros órganos del cuerpo humano”.  

El equipo investigador elaboró a escala piloto las nanofibras y realizó estudios a nivel de laboratorio, incluyendo pruebas en animales y cultivos celulares, y los resultados fueron exitosos. Esto motivó a la empresa biotecnológica BIOAGRO SpA., que participó en el diseño de estas fibras, a firmar una licencia con los dueños de la tecnología: la Universidad de Valparaíso y la Fundación Copec-UC.

En ese contexto, el Director de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad de Valparaíso, Alejandro Dinamarca, sostuvo que “esta iniciativa es un gran ejemplo de logros sustentados en la ciencia de excelencia y enfocada en aspectos que mejoran la calidad de vida de las personas. Sin duda esta colaboración que, además suma a importantes instituciones y empresas, permite ser un ejemplo a seguir en el desarrollo del país y sobre todo de instituciones de educación superior como la UV con un fuerte compromiso con la innovación y transferencia del conocimiento cuyos productos son de beneficio para nuestra sociedad y el país”.

Alfonso Cruz, Director Ejecutivo de Fundación Copec-UC recalca la importancia de apoyar al equipo investigador desde la etapa inicial. “El sello de Fundación Copec-UC es acompañar al equipo investigador en todas las etapas del proyecto de I+D, hasta que logra ser transferido a la industria. Somos un puente que conecta la necesidad con la solución innovadora, lo que conlleva un impacto positivo en las personas, en la industria y en la sociedad”.

La empresa licenciataria BIOAGRO SpA es una empresa de biotecnología líder en Chile en el desarrollo y comercialización de productos orgánicos en base al quitosano obtenido a partir de polisacáridos de fuentes marinas; comercializando sus productos tanto en el país como en los mercados de EE.UU., España, México y Perú, entre otros. Es así que BIOAGRO SpA ha elaborado un plan de trabajo para acelerar las siguientes etapas de desarrollo de la tecnología y su llegada al mercado, a través de un nutracéutico que permitirá prevenir enfermedades neurodegenerativas. La tecnología desarrollada está protegida mediante patentes de invención en Estados Unidos, Chile y se encuentra en trámite en Europa.